lunes, 25 de octubre de 2010


Me enamoré de su silencio. De esa forma tan peculiar de hablar sin hablar, de narrar sin pronunciar sílaba alguna, de bailar sin mover un sólo ápice de su cuerpo. Fue todo lo que no dijo, y lo que dijo sin decir también. Fueron las historias que no contó las que me enamoraron. Y su manera de mirar sin ver, y de ver sin mirar. Fuera como fuera, yo me veía reflejada en sus ojos y me sentía viva cuando su piel me sostenía. Hasta que sus silencios solo eran eso, silencios. ¿Realmente se supone que debía sentirme especial? No había palabras. Y quizás eran esas miradas las que me llenaban de luz. Hasta que se apagaron. Y dejamos de ser ese silencio infinito perdido en la nada, y volamos, aprendimos a volar de a uno, cuando solo supimos hablar de dos. Es hora de encontrarme, o de que me encuentren. Es el momento de volar, de a dos, cuando solo sé hablar de uno.

Después de todo, las computadoras se rompen, la gente se muere y las relaciones se terminan. Lo mejor que podemos hacer es reiniciar y respirar. Tantos caminos, tantos desvíos, tantas opciones, tantos errores... BIENVENIDO A LA ERA DE LA PERDIDA DE LA INOCENCIA. Nadie desayuna con diamantes y nadie vive romances inolvidables, nadie olvida, nadie sueña, nadie gana. Solo vos, solo yo, intentando ser nadie cuando fuimos todo, inventando sueños nuevos y dejando atrás promesas que jamás tendríamos que haber hecho. ¿Como llorar sin lágrimas? ¿Como reír sin motivo aparente? Y quizás me sobren los motivos y no encuentre ninguno en el cual refugiarme, y tal vez fuiste la ilusión más grande que nunca empezó a ser. Intentando un singular cuando solo quedan plurales que no fueron, palabras que inventamos, besos que fingimos. Y así seguimos escribiendo la historia infinita de aquello que alguna vez pudo ser amor, y comprender que tal vez amar es otra cosa, por consuelo o yo que se. Solo quedan voces en la nada, latidos que alguna vez quisieron ser vida, y ecos de un pasado, que pasó. Solo esas miradas que en busca en paz solo pudieron encontrar este vacío, interminable.